Juan trabaja para los servicios secretos; con el fin de tener acceso al chalet de una pareja implicada en el tráfico de armas se acerca a Wendy, la asistenta filipina que vive en la casa y establece con ella una relación que se irá volviendo cada vez mas compleja. En paralelo, Juan realiza otros trabajos “no oficiales” para proteger los intereses de las élites más poderosas del país, que ahora han puesto sus ojos en Ángel González, un político aparentemente anodino cuyos trapos sucios deberá buscar o “inventar”.